Dime de qué eres capaz.
Ya sabes de qué va este espacio, ¿verdad?. No quiero ni cuestionarte, ni argumentarte. No quiero proponerte soluciones, ni aconsejarte. No quiero descubrirte el último remedio encontrado, ni darte alternativas. Tampoco mostrarte las nuevas ideas, ni hablarte de las investigaciones más recientes. Sólo quiero reducir a lo más absurdo el comienzo de un cambio, del tuyo si puede ser. Ni más, ni menos. Cambiemos juntos las preguntas para encontrar nuevas respuestas. Las tuyas, no las mías. Sólo quiero que pienses, hacerte pensar en tus capacidades, de lo que tú eres capaz. Lo que no también. Quiero que comprendas que si no eres capaz de hacer ciertas cosas es normal que tengas dolor de espalda, es normal que tu estrés sea mayor. La probabilidad de qué ocurra alguna de ambas cosas o las dos aumenta.
Así que pensemos.
A continuación encontrarás el timeline de los cuestionamientos que cada jueves te propongo. Cada semana aparecerá uno nuevo.
Si ya te has cuestionado y no te han gustado las respuestas, es el momento de buscar nuevas soluciones. ¿Necesitas ayuda?. Te ayudo.
*Si quieres recibir cada semana consejos para reducir el dolor de espalda y controlar el estrés en el trabajo, dime dónde te los envío:
Si tienes un mal día, dinamiza tu bienestar para darle la vuelta.
Existe una manera muy sencilla de dinamizar tu bienestar para esos día donde no te encuentran tan bien como te gustaría. Déjame que te cuente qué puedes hacer para tratar de encontrarte mejor. Una pista: «consiste en poner en marcha los cuatro elementos de base».
Consejo semanal número 41
Cada semana, los miércoles, lanzamos mensajes cortos, concretos y sencillos de comprender relacionados con el dolor de espalda o el estrés para, por un lado, dar a conocer la problemática y, por otro, las posibles soluciones que podemos aplicar desde el conocimiento científico modificando levemente la rutina diaria.
Consejo semanal número 40
Cada semana, los miércoles, lanzamos mensajes cortos, concretos y sencillos de comprender relacionados con el dolor de espalda o el estrés para, por un lado, dar a conocer la problemática y, por otro, las posibles soluciones que podemos aplicar desde el conocimiento científico modificando levemente la rutina diaria.