Probablemente me esté echando tierra en mi propio tejado. ¿Por qué?. Una de las formaciones que más imparto en las empresas está relacionada con el enunciado que acabas de leer: escuela de espalda. Y concretamente con la soluciones que aporto para abordar la problemática de la salud de la espalda en el ámbito laboral. ¡Maldito dolor de espalda!. (Te suena la película, ¿verdad?).
Y por qué te planteo la interrogante. Por qué me meto en este berenjenal. Por una cuestión clara que ahora te cuento.
Antes quiero preguntarte algo.
La pregunta: ¿has planteado alguna vez una formación de este tipo en tu empresa?. Y en caso afirmativo: ¿ha servido para algo?, ¿se han obtenido los resultados deseados?. Lo importante, ¿le sigue doliendo la espalda a las personas de tu empresa que han participado?. Creo que ya sé las respuestas. Es más, me la juego. Me tomo la libertad de responder la última pregunta: 100% si. ¿Acerté?.
A lo que voy. Todo esto que te pregunto está relacionado con el por qué de lo que quería contarte.
Todos sabemos que el dolor de espalda se ha convertido en un tema crucial en el ámbito laboral. Realmente es una gran problemática, no sólo por ser la principal causa de baja laboral si no también porque genera desmotivación, falta de concentración, apatía, mayor estrés,… y todo ese sin fin de efectos que hacen que la productividad y el bienestar se vean alterados. La relación es muy directa. Mayor dolor de espalda genera menor rendimiento y nos haces sentir “regulinchis”. Sabes de lo que te hablo, ¿verdad?.
Normalmente se intenta dar solución al problema con formaciones específicas como: “escuela de espalda aplicado a la empresa” pero no suelen funcionar. ¿Por qué?. Los motivos son diversos.
El principal que yo veo. Las formaciones no tiene el impacto deseado porque no están adaptadas a la realidad de la empresa.
– Me explico con un rápido ejemplo.
Todos sabemos los beneficios de estirar durante la jornada laboral para reducir las tensiones musculares. Bien. Durante la formación te explican miles de ejercicios para estirar tu cuerpo. Ejercicios muy buenos y válidos pero con un pequeño inconveniente, tienes que tirarte al suelo para hacerlos. ¡Boom!. Si normalmente no haces ninguno, la probabilidad de éxito para que los hagas serán mínima. ¿Me equivoco?. ¿Te ha pasado?. Pues eso. Entiendes a qué me refiero ahora con el enunciado.
Pues este mismo ejemplo se puede extrapolar al contenido con normalmente se trabaja en este tipo de formaciones: naturaleza, demanda laboral y condiciones ergonómicas, compromiso y motivación de trabajadores, problemas de implementación y seguimiento, cultura de la empresa y políticas de salud.
Y así…
Resumiendo. Las estrategias formativas para mejorar la problemática (dolor de espalda) tienen que estar ligadas a las necesidades reales de las personas que participan en la formación y en cómo es la empresa. La clave está en la capacidad de adaptar el contenido. Mayor adaptación, mayores resultados.
¿Y cómo se adaptan?. Esto te lo explico mañana en otro email.
O si prefieres hablamos y te cuento más.
¿Cómo?.
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As you want!
P.d. Si quieres curiosear sobre cómo son nuestras formaciones de dolor de espalda, aquí.
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Consejo semanal número 36
Cada semana, los miércoles, lanzamos mensajes cortos, concretos y sencillos de comprender relacionados con el dolor de espalda o el estrés para, por un lado, dar a conocer la problemática y, por otro, las posibles soluciones que podemos aplicar desde el conocimiento científico modificando levemente la rutina diaria.
Cuestionando capacidades para encontrar soluciones en tu empresa
Cada jueves te propongo que me acompañes con un nuevo punto de partida donde juntos nos cuestionemos cosas básicas. Quiero despertarte conciencia para que encuentres soluciones propias… o para ayudarte a encontrarlas.
Cuestiones que aporten soluciones válidas para ti, para tu empresa y que ayuden a reducir el dolor de espalda y el estrés. Sin más. Pensemos juntos ; )
El lunes NO me apunto al gimnasio.
Normalmente pensamos que para sentirnos sanos y fuertes debemos de ir al gimnasio. Hacemos una relación causal que no tiene ni pies ni cabeza. Debemos de entender que el gimnasio es una opción más de las tantas que tenemos .