Y aquí el peso juega un papel importante para la prevención del dolor de espalda. Las principales causas que provocan los dolores de espalda se relacionan con las posturas que mantenemos y las cargas que tenemos que soportar. Para esto, muchos no estamos preparados y… aquí está el principal problema. A mayor peso mayor esfuerzo del cuerpo para soportar las cargas atendiendo a las posturas que mantenemos durante el día. La probabilidad de tensión muscular aumenta y si a esto le añadimos una pizca de estrés. ¡Bualá!. Dolor de espalda asegurado. Entiendes ahora la pregunta del inicio con el momento de reflexión que te pedía, ¿verdad?.

Sabemos que la solución es simple: perder peso, ser más fuerte. Y a la par pensamos en la complejidad de todo el proceso: apuntarse al gimnasio, controlar la alimentación con alguna dieta “mágica”, sacar tiempo para hacer ejercicio,… huyendo de los tópicos, lo mejor es pasar a la acción y comenzar por acciones sencillas que generen un impacto significativo. 

¿Cómo?. Pues por ejemplo podemos aumentar la actividad física y el ejercicio diario para comenzar por algo. Actividad física, como caminar unos pasos más cada día, subir por las escaleras, aparcar el coche más lejos y obligarnos a movernos más. Ejercicio, implementar movimientos durante la jornada de manera lógica siguiendo una rutina establecida para empezar a fortalecerte sin ir al gimnasio. Trabajamos de inicio sobre el hábito En el apartado de soluciones aconsejadas te dejamos una opción muy práctica por si quieres ponerla en marcha. Échale un vistazo ; ]