Averigua de que pie cojeas para reducir tus males
Muchos pecamos de lo mismo.
¿De qué?
O hacemos cosas sin saber muy bien porque hacemos esas cosas. O nos vamos al lado opuesto, no hacemos nada.
Evidenteme hablo de todo eso que hacemos o no para reducir el dolor de espalda o el estrés. En lo personal o en laboral. Mejor dicho, en lo personal y en lo laboral. No entiendo el desarrollo del uno sin el otro. No tenemos un botón mágico que sea capaz de separa ambos mundos. ¡Ojalá!.
A lo que voy que me enredo.
La tónica que comentaba al principio se relaciona directamente con: si tengo dolor de espalda o estrés hago algo (o no). Si no tengo ni dolor de espalda, ni estrés no hago nada. Esto último es un error. Indistintamente de un ángulo u otro, la mayor parte de las ocasiones hacemos por hacer. ¿Verdad?.
Me explico.
No te ha pasado que te duele la espalda, te suena eso de que estirar es bueno, te metes en internet, buscas: “ejercicios para estirar la espalda” y… ya tienes lo que piensas que es tú solución. Puede que si, aunque la mayor probabilidad es que no.
– ¿Por qué?.
No tienen nada que ver con la información que has encontrado. (Bueno a lo mejor sí). Pero en este caso quiero centrarme en un problema aún mayor: haces por hacer. La pregunta clave: ¿por qué haces lo que haces?. En el caso de la búsqueda que comentaba antes, ¿por qué estiras?. Si lo tienes claro y la explicación tiene lógica. Great!. Si no te habrá pasado como a la inmensa mayoría. Eso del hacer por hacer del que te hablo hoy.
Entonces, ¿cómo solucionamos el problema?.
Intentando averiguar tú problema de espalda cuál es, tu estrés por qué se origina. Ya intuyes por dónde voy. Aquí lo importante reside en tres patas para averiguar realmente de que “pie cojeamos”. Déjame que te las esboce rápido.
*Primera pata: conocer para establecer las bases conceptuales del por qué ocurren las cosas: dolor de espalda y estrés. Y adaptarlas a cómo somos cada uno de nosotros. Para ti, para mi.
*Segunda pata: experimentar aquellas herramientas que nos llegan y pensamos que pueden sernos últiles para solucionar el problema. Aquí es un poco la esencia Picasiana: «copia, combina y transforma».
*Tercera pata: diseñar. Quizás el paso más importante, la base del éxito para conseguir una solución real y adaptada a ti. Une cabos y trata de quedarte con todas esas cosas cuya probabilidad de hacerlas es muuuuuuy grande.
¿Entiendes la lógica de todo? Si. Bien, bien, bien. No. Don’t worry be happy.
De todo esto hablamos en el programa formativo este: https://gottraining.es/programa-premium/
Pd. Si quieres profundizar más sobre los pasos que comente, échale un ojillo al enlace de arriba ; )
*Si quieres recibir cada semana consejos para reducir el dolor de espalda y controlar el estrés en el trabajo, dime dónde te los envío:
Consejo semanal número 49
Cada semana, los miércoles, lanzamos mensajes cortos, concretos y sencillos de comprender relacionados con el dolor de espalda o el estrés para, por un lado, dar a conocer la problemática y, por otro, las posibles soluciones que podemos aplicar desde el conocimiento científico modificando levemente la rutina diaria.
¿Por qué la actividad física en el trabajo es bueno para la salud mental?
La actividad física influye positivamente en la salud mental a nivel fisiológico al afectar directamente los sistemas biológicos que regulan el estado de ánimo, el estrés, la ansiedad y la función cerebral. Al comprender estos mecanismos, podemos apreciar cómo el ejercicio regular no solo beneficia al cuerpo, sino también a la mente, contribuyendo a una mejor salud mental en general.
Propósito personal y bienestar laboral
Tener un propósito personal en el trabajo es la idea de que tu trabajo va más allá de cumplir tareas y recibir un salario. Implica que lo que haces en tu día a día está alineado con tus valores personales y te acerca a tus metas a largo plazo. Desde ayudar (como es mi caso), hasta la contribución a una causa significativa. Es algo personal tuyo, genuino, único que le da sentido a tus cosas.
