Pues sí. Parece que está de moda eso de preocuparse por los trabajadores. ¡Bien!. ¡Ya era hora después de tantos años!. 

– Pero bueno, eso es otra película. Me centro en la conversación yendo directamente al grano con tres cuestiones:

La primera. La importancia de mejora la experiencia del trabajador.

El equilibrio entre la vida personal y profesional es un aspecto fundamental para el bienestar y la satisfacción de cualquier trabajador. Esta búsqueda de armonía se ha convertido en un factor clave para el compromiso personal en los entornos profesionales. Cuando las personas sienten que sus necesidades personales son consideradas y respetadas, experimentan un mayor compromiso hacia sus tareas y hacia la empresa en la que trabajan.

Es innegable que todos tenemos una vida fuera del trabajo con sus propios intereses, responsabilidades familiares, necesidades de descanso y tiempo para sí mismo. La flexibilidad y la consideración de estos aspectos por parte de las empresas demuestran una comprensión genuina hacia sus colaboradores, generando un sentido de valoración y pertenencia.

Y parece ser que las iniciativas que promueven el bienestar dentro de las empresa contribuyen de manera significativa a este equilibrio.

La segunda. El bienestar en las empresas.

Desde mi experiencia, la de Dani Puchades, la promoción del bienestar en las empresas no solo es un gesto de responsabilidad social, sino también una inversión inteligente que revierte en un ambiente laboral más productivo, mas satisfactorio, más mejor. Cuando las personas se sienten respaldados por la  búsqueda del equilibrio y del bienestar, son más leales, más comprometidos y más eficientes, contribuyendo al éxito y la mejora continua de la organización en su conjunto. Otro hecho indudable. ¿No crees?.

La tercera. La pregunta clave, ¿cómo se hace?. Soluciones haberlas, haylas. 

Déjame que te cuente una historia real.

(Los nombres de los personajes de la historia no se muestran para preservar su identidad)

A un experimentado manager le comenzó a rondar en su cabeza algo que no le dejaba dormir bien: el compromiso de su equipo.

Observando a su alrededor, notó que las personas de su alrededor no estaban tan comprometidos ni tan satisfechos como él quisiera. ¡Vaya sorpresa!. La productividad no alcanzaba su máximo potencial, y lo que le inquietaba aún más era que algunas de las personas con más talento estaban buscando oportunidades en otros lugares, en otras empresas. No se lo podía creer. Rápidamente comprendió que necesitaba actuar para revertir esta situación. Necesitaba una solución. 

Leyó estudios, investigó sobre nuevas prácticas y buscó consejos de “expertos”, pero se dio cuenta de que necesitaba más que solo información fragmentada. Necesitaba ayuda para implementar cambios significativos en su equipo y que fuera extrapolable a toda la organización.

En medio de toda esta vorágine, le recomendaron hablar con dos consultores. Un tal Alex Valderrama y su compañero Dani Puchades. Les contó su problema con todo detalle y… reto aceptado, empezaron a buscar soluciones juntos. 

Por no alargar mucho más la historia, te puedo contar que el manager comenzó a aplicar las estrategias y enfoques desarrollados y vio como la comunicación mejoró, como las personas empezaron a sentirse más apreciados y como el ambiente de la empresa cambió para bien. Y todo por implementar un cambio organizacional basado en la mejora de la experiencia del trabajador usando un programa de bienestar como “excusa” para que ocurriera la magia.

Lo importante de la historia. ¡¿Qué hicimos?!. Todo comenzó con esto:

Experiencia del trabajador: compromiso personal.

Y a partir de ahí, empezamos a construir.

Ahora si historia te resulta familiar y quieres que hablemos, pues hablamos. 

¿Cómo?.

>> Por email: [email protected]

>> Por teléfono: +34 613 018 747

Pd. Échale un ojo al enlace de arriba para encontrar las respuestas a las preguntas que te rondan en la cabeza ; )

Échale un ojo y después hablamos.