Una idea que debemos tener siempre rondando en la cabeza: “El movimiento es vida para nuestro cuerpo”. Antes de seguir un detalle importante. El foco lo pongo en el movimiento, en la actividad física. En ningún momento en el ejercicio. Quiero centrarme en lo mínimo de lo mínimo que necesitamos hacer físicamente para que el cuerpo pueda funcionar. ¿Si?. ¡Bien!. A partir de aquí te cuento.
La importancia de moverse.
Imagina que tu cuerpo es como una máquina maravillosa que necesita ser activada para funcionar correctamente. Cuando te mueves, muchas cosas buenas suceden dentro de ti.
Primero, tus músculos se ponen en marcha. Piensa en los músculos como cuerdas en tu cuerpo que te ayudan a moverte. Cuando los usas, se vuelven más fuertes y más resistentes. Por ejemplo, cuando caminas, tus piernas se mueven rápidamente, y esto hace que los músculos de tus piernas se fortalezcan.
Segundo, tu corazón bombea más fuerte y más rápido cuando te mueves. El corazón es como una bomba que envía sangre a todas partes de nuestro cuerpo. Cuando te mueves, el corazón trabaja más para enviar esa sangre y oxígeno extra a tus músculos para que puedan seguir trabajando. Es como cuando necesitas más gasolina para conducir un auto rápido.
Tercero, tus huesos se mantienen fuertes cuando te mueves. Imagina que tus huesos son como ladrillos que construyen tu cuerpo. Cuando te mueves, tus huesos reciben señales para volverse más densos y más fuertes. Es como cuando construyes una casa y necesitas asegurarte de que los ladrillos sean sólidos para que la casa no se caiga.
Cuarto, tus pulmones también se benefician cuando te mueves. Los pulmones son como dos sacos de aire dentro de tu pecho que te ayudan a respirar. Cuando haces ejercicio, respiras más profundamente y tus pulmones trabajan más para llevar oxígeno a tu cuerpo y eliminar dióxido de carbono. Esto fortalece tus pulmones y mejora tu capacidad pulmonar, lo que te permite respirar mejor y sentirte más enérgico.
Otro apunte importante. La actividad física (el movimiento) no solo beneficia tu cuerpo físico, sino también tu salud mental y emocional. Cuando te mueves, tu cerebro libera sustancias químicas que te hacen sentir bien y pueden ayudar a reducir tu estrés, tu ansiedad y tu depresión.
Además, la actividad física regular puede mejorar tu autoestima y confianza en ti mismo, ya que te hace sentir más fuerte y capaz. También puede mejorar tu capacidad para concentrarte y tomar decisiones, lo que puede beneficiar tu vida diaria y tus relaciones interpersonales.
Recuerda la frase con la que empezamos este texto: El movimiento es __________________________ (completa la frase)
Y ahora, ¿qué pasa si no te mueves?.
Bueno, si no te mueves lo suficiente, tu cuerpo: músculos, huesos, corazón y pulmones se debilitan, se vuelven más frágiles y no funciona tan bien. Imagina que dejas el coche aparcado durante mucho tiempo sin moverlo. Con el tiempo, las piezas se oxidan y se deterioran. ¿Si?. Lo mismo ocurre con tu cuerpo si no lo mueves lo suficiente… ya sabes la fórmula: “no moverse es igual a un cuerpo débil y propenso a tener problemas de salud.
Por otro lado, cuando no te mueves lo suficiente, puedes experimentar un aumento del estrés, la ansiedad y la sensación de tristeza. La falta de actividad física también puede afectar tu calidad de sueño y contribuir a problemas de salud mental como la depresión y la baja autoestima.
El conjunto de todo el movimiento se puede resumir en una frase que seguro te resulta familiar: “mens sana in corpóreo sano”. La importancia de cuidar tanto de la salud física como de la salud mental para lograr un estado de bienestar óptimo y una vida plena. Y con un mínimo de movimiento diario podemos lograrlo ; )
Sigo.
Segmentando los perfiles según el movimiento.
La cantidad mínima de actividad física recomendada varía según las pautas de salud y la edad de la persona. Sin embargo, una guía general ampliamente aceptada es la recomendación de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que sugiere al menos 150 minutos de actividad física de intensidad moderada a vigorosa por semana para adultos.
Para ti, lo importante es saber en qué segmento te encuentras. Podemos dividir los perfiles de actividad física en varias categorías, desde sedentario hasta altamente activo, dependiendo de la cantidad y la intensidad de la actividad física que realizamos. Ahora párate un segundo y piensa como eres tú. (No te engañes).
*Si eres de los que cuentan los pasos cada día (una estrategia que me gusta mucho) y tendiendo a estimar de manera genérica sólo para orientarte. Te dejo equivalencias de tiempo – pasos en la tabla de perfiles.
Si estás en el nivel III, moderadamente activo. ¡Genial!. ¡Súper!. ¡Chachi!. ¡Brillante!.¡Great!. Ahí es donde quiero que estés, es justo parte de mi trabajo. Donde suelo focalizar. La base de mi acompañamiento: “tratar de aumentar tu N.E.A.T. diario”. ¿El qué?. Así explicado de manera rápida.
👉 Es un concepto que se refiere a todas las actividades físicas que realizamos en nuestra vida diaria, excepto el ejercicio estructurado. Incluye cosas como caminar, subir escaleras, moverse mientras estamos de pie o incluso gesticular mientras hablamos. Otro día nos centramos en este concepto ; )
Y si estás en el nivel I o II. ¿Qué puedes hacer?.
La respuesta más genérica que te puedo dar es: M U É V E T E. Algo tan sencillo y complejo a la vez.
Mejorar tu movimiento diario para alcanzar tus mínimos.
Con el fin de ayudarte a mejorar tu perfil según tu nivel de actividad física y alcanzar tu dosis mínima diaria, quiero abordar este tema de una manera personalizada y cercana. No deseo simplemente ofrecerte una lista de acciones que podrías seguir (probablemente la pasarías por alto). Más bien, propongo acompañarte durante una semana completa, siete días seguidos, para mostrarte como lograrlo mediante una acción básica y altamente beneficiosa: caminar. Mi objetivo es que aprendas a aprovechar al máximo tus pasos diarios para mantener tu salud en óptimas condiciones.
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