Si tuviéramos que sintetizar en una palabra este tipo de estrategias, claramente sería un calentamiento. Por cultura sabemos que antes de hacer ejercicio tenemos que calentar para preparar el cuerpo, ¿verdad?. Esta idea deberíamos de trasladarla a cualquier acción física que vayamos a realizar. ¿Sabes por qué?. Suelo explicarlo con una frase muy clara: “todo trabajo precisa de preparación”. Indistintamente de la tarea, ya sea por estar quietos en un escritorio o por estar levantando cajas. El cuerpo debe de estar preparado para la acción que vamos a realizar.

Ya se sabe que los beneficios del calentamiento en cualquier tipo de tareas, no sólo en el ámbito deportivo, genera un impacto muy significativo en el rendimiento. En el ámbigo laboral también: reduce el dolor, la incomodidad y la fatiga. Aumenta el control del trabajo y la motivación laboral. Y lo más importante previene la aparición de los TME. Y todo esto por dedicar unos minutos a calentar. Bastante interesante, ¿verdad?.

Ahora te toca a ti pasar a la acción. El problema ya lo conocemos y una solución te acabo de aportar. Si te apetece ponerla en marcha te dejo una idea muy concreta un poco más abajo, en el apartado de soluciones recomendadas. Y por supuesto, todo aplicado al entorno laboral ; )