Imagino que estarás al tanto de la gran problemática de la salud mental que existe actualmente. Tanto en el trabajo como fuera de él. Separar ambos mundos es bastante complicado. Si sabes cómo hacerlo, soy todo oídos: [email protected].

A lo que voy.

Si haces una búsqueda rápida en nuestro amigo Sr. Google podrás ver como los principales puntos de abordaje se centran principalmente en acciones cognitivas. Y eso está bien. Claro que sí. Pero también se puede optar por otro tipo de soluciones mucho más útiles por el impacto que tienen en el tiempo. Si lo haces, sentirás un pequeño (gran) beneficio casi instantáneo. ¿De qué hablo?. Aquí te lanzo una pista:

– Alguna vez has sentido estrés, ansia, bajo estado de ánimo, desgana,… y te has ido a caminar. ¿Qué ha pasado al terminar?. ¡Magia!.

El movimiento (actividad físico y ejercicio) tienen una influencia brutal en la salud mental. Y esto es debido, básicamente, a lo que ocurre a nivel fisiológico. Una serie de procesos químicos y biológicos que tienen lugar en el cuerpo mientras te mueven. ¿Qué ocurre?. 

Explicado de manera muy resumida te puedo contar que el simple hecho de moverse desencadena la liberación de endorfinas, lo que alivia el estrés y la ansiedad, y mejora el estado de ánimo. Además, aumenta la producción de serotonina, un neurotransmisor que regula el ánimo. A esto le sumamos que también reduce los niveles de cortisol, la hormona del estrés, y mejora la calidad del sueño. Estimula el crecimiento de nuevas neuronas en el cerebro, favoreciendo la función cognitiva, y aumenta la circulación sanguínea y el suministro de oxígeno al cerebro, mejorando la concentración y la toma de decisiones.

Y todo esto sólo por moverse. No está nada mal, ¿verdad?. 

Intento trasladarte un mensaje muy claro y directo: el efecto transformador del movimiento en la salud mental es grandísimo. Tan grande como que su puesta en  marcha se relaciona con beneficios tan directos como: reducir el estrés y la ansiedad, conseguir mayor estabilidad y bienestar general, aumetar la autoestima, mejorar la concentración y la claridad mental, fomentar la resiliencia,… Y vuelvo a repetir. Todo esto sólo por moverse. Moverse en el trabajo. 

– Aquí una cuestión que a lo mejor te viene a la cabeza: ¿cuál es el mínimo tiempo de movimiento que necesitamos para disfrutar de tales beneficios?. Yendo directamente al grano te digo que diez minutos son bastantes para desencadenar estos efectos positivos en la mayoría de las personas. Ahí te lo dejo. 

Un clave base para tu bienestar está en saber que el cuerpo está “made to move”. Si no te mueves tendrás problemas a nivel físico, mental y emocional. 100% garantizado. ¿Las soluciones?. Las respuestas a la pregunta para saber cómo ponerlo en marcha durante la jornada laboral lo suelo contar aquí: https://gottraining.es/escuela-espalda-laboral/

Si quieres que te cuente un poquito más, hablamos.

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Pd. Que no se te olvide ojear el enlace de arriba. Avisado quedas.