Verdad que es una gran noticia. Normalmente la inmensa mayoría de las personas (me too) seguimos un mismo patrón: “si nos duele la espalda buscamos algo para que desaparezca”. Y cuando conseguimos que ese dolor se diluya… ¡bingo!. No hacemos nada más y ya sabemos lo que viene a continuación. La pescadilla que se muerde la cola: “Me duele, actúo. No me duele, no hago nada”. Justo ahí es por donde creo que deberíamos de empezar a abordar el problema, centrémonos en los comportamientos. Si somos conscientes de lo poco que nos movemos de la silla cada día y empezamos a trabajar en los qué podemos hacer para no pasar tanto tiempo inmóviles, empezaremos a sentir que esos momentos de acción se separan en el tiempo cada vez más. Y eso es bueno porque no tener dolor mola mucho.

Resumiendo, buscamos romper los comportamiento sedentario automatizados por otros más eficaces que generen un impacto significativo a nuestro bienestar y se traduzca en una respuesta positiva a la pregunta con la que empezábamos: ¿te duele la espalda?. (Yo busco: cada vez menos). 

¿Cómo podemos romper esos comportamientos?. Existen muchos “trucos” sencillos de implementar para maximizar el movimiento de manera minimalista. Aquí no hablo de ir al gimnasio para reducir el dolor, ni de ir al fisioterapeuta. No hablo de descansar más y mejor, no hablo de subir más escaleras, ni aparcar el coche más lejos,… hablo de todos esos pequeños gestos que podemos hacer sentados en la misma silla mientras trabajamos para cambiar nuestros comportamientos para reducir el dolor de espalda. 

De todo esto hablamos en la solución práctica aconsejada que te dejamos más abajo. Si quieres saber más, échale un vistazo al link : )